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Racismo de clóset

Si de momento ibas conduciendo y por poco te chocan y resulta que el contrachofer era negro y lo primero que corre por tu mente es gritarle: “negro sucio”o “trapo de negra” o “tenía que ser negro”… Supongamos que estás cansada, trabajas todo el día, tienes la casa hecha un reguerete y la primera solución que se te ocurre es: “yo le pago a una negrita dominicana para que me limpie la casa y ya”… Tal vez si encuentras muy gracioso el hacer una referencia de índole “mona” al expresarte de un conocido negro, le tengo que informar caballero o dama que usted es un racista de clóset o al menos no tiene los cojones para aceptar lo que es.

En tiempo récord las dos manos de la presidenta de la Cámara de Representantes, Jennifer González, han utilizado sus dedos para tuitear comentarios racistas en contra de políticos en y fuera de Puerto Rico. Todo lo inició la exhonorable jueza, comentarista radial novoprogresista y asesora cameral con un pequeño salario que asciende los 14 mil mensuales, Zaida “Cucusa” Hernández. Esta en una alegada confusión y error de novata publicó en su cuenta personal de Twitter una imagen del candidato popular a Comisionado Residente, Rafael Cox Alomar, en alusión al afamado mono Yuyo del Parque de las Ciencias.

Bueno, eso fue un escándalo público. La distinguida Cucusa ofreció unas disculpas haladas por los pelos y presentó mil excusas. Sin embargo, la pregunta fundamental es: ¿Qué hizo Jennifer González al respecto? Respuesta rápida: nada. Aprovechó su viaje a Taiwán para ignorar la situación y, lo más probable, hasta le trajo un regalito asiático.

Ahora, como buenos animales que somos los seres humanos, aunque algunos más que otros, aprendemos por imitación. La otra mano de la presidenta de la Cámara, la tan mencionada Heidi Wys, decidió cruzar frontera y mediante tuit llamó “indirectamente” mona a la primera dama, Michelle Obama, y al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, lo denominó como keniano. Además, como chery para su “sundae” resaltó su descendencia alemana.

Disculpa Heidi Wys en Twitter

La señora Wys, quien de “wise” no tiene ni un pelo, pues luego de hacer público su comentario asegura que no es racista porque tiene tres sobrinas “prietas” que ama. Distinguidísima Wys, lamento informarle que usted padece de racismo de clóset. Claro, eso si nos creemos el cuento mongo de que usted no es racista y que solamente está haciendo un vago intento por no enfangar más a su querida jefa política. Wys, nada más utilizar el eufemismo de prieta por no decir negra se puede ver como una señal de negación. Si su mente comienza a reproducir la idea de que sus sobrinas son negras probablemente dejará de regalarles en Navidad [asumo que no cree en los Reyes Magos].

Señora Wys, por favor, la mayoría de los alemanes actualmente repudian los recuerdos de su historia manchada con sangre. Sí, recordar el genocidio fundamentado en el racismo impulsado por el dirigente alemán Adolf Hitler no es una memoria de placer. Incluso, la administración para la cual usted trabaja se gastó más de medio millón de dólares en un monumento [horripilante] que pretende concienciar a los puertorriqueños sobre ese nefasto momento histórico.

Ande dese una vuelta, el monumento está frente al Capitolio. Sí, el edificio donde usted “trabaja”. Está en el lado contrario a la oficina de su Jennifer González. Usted sabe, desde donde las tres juntas ven el Mar Caribe, aunque realmente es el Océano Atlántico. Pero si ustedes quieren decir que es el Mar, el mundo se lo acepta, así como aceptamos sus disculpas. Así como la presidenta Jennifer González le deja pasar su racismo porque es de clóset.

Por
Xavier Toledo para QiiBO.com

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