Crítica de Birds of Prey: All Hail the Quinn - QiiBO QiiBO

Crítica de Birds of Prey: All Hail the Quinn

¿Porque nos gustan tanto los villanos en cine? ¿Por qué tantas veces se convierten en figuras tan o quizás más apreciadas que los héroes? ¿Por qué la fascinación? ¿Acaso es un efecto secundario de una sociedad restringida emocionalmente? Nos alegramos cuando Hannibal se le escapó a Starling, explotamos de emoción cuando Darth Vader aniquiló rebeldes al final de Rogue One, y convertimos a Joker en una de los filmes más exitosos del 2019.

Precisamente esta semana el Guasón podría convertirse en el segundo personaje en la historia del cine por el cual dos actores ganan un Premio Oscar de la Academia. El primero, por cierto, otro amado villano: Vito Corleone.

Admitámoslo, nos gusta ver gente saliéndose con la suya; como una forma de rebeldía por aproximación.

No podemos portarnos mal pero ellos sí.

Y una que se porta bien mal es Harley Quinn; uno de los personajes más populares de los comics regresa a la pantalla grande en Birds of Prey (And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn), secuela (o mejor dicho, “spin-off”) de Suicide Squad.

La película de superhéroes más divertida desde la primera Deadpool.

La primera victoria de BoP es liberarse de ser parte de un universo compartido. Aunque hay referencias a Suicide Squad, el Universo Expandido de DC (DCEU, por sus siglas en inglés) está prácticamente muerto, por lo que cada filme existe en su propio mundo, y esta alocada aventura lo aprovecha al máximo.

Margot Robbie retoma el papel para el que nació, interpretándolo con frenética y caótica energía, y el volumen al máximo. Su Harley es incordia, problemática, pero con suficiente corazón para perdonarle sus travesuras.

Luego de ser dejada por el Guasón, el amor de su vida, Harley debe aprender a correr por su cuenta. El problema es que ser la pareja del Payaso Príncipe del crimen le daba cierta inmunidad para hacer lo que le daba la gana, por lo que debe escoger entre mantener la apariencia, o reclamar su completa independencia, aunque eso signifique convertirse en la más perseguida del bajo mundo.

Su nuevo camino la llevará directo contra Roman Sionis (Ewan McGregor COMIENDOSE todas sus escenas sin pena), un mafioso con la peligrosa ambición de convertirse en el nuevo número uno del crimen en Ciudad Gótica. Para lograrlo, Sionis necesita un diamante actualmente en las manos de Cassandra Cain (Ella Jay Basco), una joven ratera que no sabe lo que tiene hasta que Renée Montoya (Rosie Perez) se mete en el caso, y con la ayuda de Dinah Lance (Jurnee Smollett-Bell), una secuaz de Sionis, tendrá que proteger la chica. A todas se les une Helena Bertinelli (Mary Elizabeth Winstead), una misteriosa vigilante con un trágico pasado, repartiendo violenta venganza.

Si pensaban que Ewan McGregor se robó la atención en las precuelas de Star Wars, esperen a quedar fascinados con su demente Sionis.

En los comics, las Aves de Presa son un grupo de mujeres justicieras que han variado su alineación aunque algunos personajes recurren más que otros. Y aquí es donde único el filme me inquietó pues conozco cuan purista puede ser la fanaticada de comics. El cambio radical en algunos personajes, especialmente Cassandra Cain, no fue de mi encanto, pero eso es más bobería de este fan viejo que les escribe y solo lo digo para que estén preparados.

Birds of Prey es exactamente lo que quiere ser sin disculparse en ningún momento. Cathy Yan dirige un caos controlado, nunca perdiendo ritmo ni sentido, combinando perfectamente comedia con acción y momentos reales entre personajes. El excelente guion de Christina Hodson (Bumblebee) le permite momentos para brillar a todos, aunque la estrella es definitivamente Harley como tiene que ser. En lugar de escenas de peleas confusas, repletas de rápida, mareadora edición, Yan nos muestra los golpes y patadas limpiamente, en secuencias que fueron coordinadas por Chad Stahelski, director de John Wick

Nada mal para un personaje que comenzó en el trasfondo de una serie animada, y ahora protagoniza una de las mejores películas de la nueva era de películas de DC Comics. A pesar de ganarse su clasificación “R”, Birds of Prey nunca se vuelve demasiado incomoda ni exagerada.

Así que vayan a verla en confianza y déjense llevar. Déjense llevar por la locura de Harley, la actitud de Helena, la fortaleza de Dinah, la potencia de Renée, y la absoluta, perfecta, maravillosa decadencia de Sionis. ¡Inmensamente recomendada!

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