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Crítica: Stuber es un divertido viaje compartido

Si Stuber fuera una persona, seria ese pana con problemas emocionales graves que intenta lidiar con ellos y, aunque quisieras ayudarlo, la pasas tan bien con el que prefieres dejarlo como esta y disfrutar el momento. Que resuelva después.

Las nueva comedia de 20th Century Fox (y técnicamente su primera clasificada “R” bajo Disney), no escatima en chistes fuertes ni violencia para aprovechar sus 90 minutos, y gracias a la alta química de sus protagonistas supera sus deficiencias.

Hacía tiempo que no hacían una película así. Vieja escuela, a lo Lethal Weapon y Rush Hour.

Mas importante todavía, en un verano de secuelas y remakes, Stuber es una refrescante propuesta original.

Vic Manning (Dave Bautista, aunque para mi siempre será “Batista” #LuchaLibreForever) es un policía al estilo fílmico clásico; rudo y emocionalmente distante. Su obsesión con atrapar su objetivo le ha causado alejarse de la familia. La noche a punto de arrestar el narcotraficante Oka Tedjo (Iko Uwais, de The Raid, haciendo doble trabajo de villano y coreógrafo de peleas), la misión sale trágicamente mal para él y su compañera Sara Morris (Karen Gillian, aparentemente en un día libre de Avengers).

Seis meses después, Vic sigue decidido a capturar a Tedjo antes que su jefa, la capitana Angie McHenry (Mira Sorvino), le entregue el caso a los federales. Por mala suerte, la notificación sobre Tedjo que esperaba llega el mismo día que se hace una operación LASIK de los ojos, y tiene una actividad de su distante hija Nicole (la siempre agradable Natalie Morales). Para resolver, llama un Uber conducido por Stu (Kumail Nanjiani, de Silicon Valley, y The Big Sick). Stu conduce un Uber = Stuber. Ja.

Porque obviamente esto es una comedia a lo “pareja dispareja”, Stu es un tipo demasiado pacifico para su propio bien. No solamente trabaja con el servicio de Uber, también lo hace en una tienda de deportes donde su jefe se la pasa maltratándolo. Todo para recaudar el dinero que le permita montar un negocio con su amor platónico Becca (Betty Gilpin, de GLOW), a quien adora pero no se atreve a declararse. El mismo día que recoge a Vic, Stu recibe otra oportunidad de pasar la noche con Becca, así que tiene que salir rápido de ese viaje y conseguir cinco estrellas.

Stuber es una curiosa película. El guion de Tripper Clancy lleva el dúo por el arco que ya conocemos de siempre; primero se conocen, luego se odian, y eventualmente se encariñan hasta trabajar juntos y formar una amistad. Nada nuevo. Donde Stuber despunta es su intención de comentar sobre la masculinidad toxica, el abuso policial, las relaciones románticas y las relaciones familiares. Todo eso entre chistes de desnudistas masculinos, perros endrogados, y escenas bastante violentas.

Más que dirigir, Michael Dowse (The Goon) conduce la acción y la historia orgánicamente, dejando que ambos protagonistas hagan lo que saben hacer sin forzar la relación. Batista demuestra rango en comedia más allá de Drax al interpretar a Vic como este tipo no queriendo aceptar sus debilidades. El problema de Vic no es que sea rudo o fuerte, sino que se niega a admitir cuando necesita ayuda o que su trasfondo fue más dañino de lo que acepta. Por su lado, Stu debe aprender a no dejar que le pasen por encima sin considerar sus sentimientos.

Al fin y al cabo, uno va al cine para pasar un buen rato y eso fue lo que Stuber me dio. Me reí todo el tiempo, Nanjiani y Batista trabajan bien juntos. Tanto que me quede con ganas de seguirlos viendo, así que espero que esto sea el principio de una franquicia, o al menos futuras colaboraciones.

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