Aborta tu hipocrecía - QiiBO QiiBO

Aborta tu hipocrecía

Como hombre no tengo derecho alguno de hablar sobre el aborto. Ninguno. Nada.

Pero si le puedo hablar a usted, Senadora Nayda Venegas. Usted que aparentemente fue elegida por la derecha religiosa infiltrada en nuestro gobierno, para representar el nuevo intento de controlar la población en base a sus creencias.

Dice usted que el proyecto es idea propia, como si los puertorriqueños no tuviéramos acceso al mundo, como si no tuviéramos internet para saber que su “idea” no es más que una copia burda de las retrógadas leyes aprobadas en estados conservadores, dirigidas a limitar el acceso a la salud a las mujeres. Lo único peor que el insularismo es el insularismo condescendiente.

Desde el 2003 desconfío de cualquier ley con nombres bonitos. Aprendí a sospechar de cualquier proyecto con términos lindos como “libertad”, “patriota”, “patriotismo” o, como en este caso, “Ley para la protección de la mujer y la preservación de la vida”.

Su excusa –que nadie le cree, por supuesto- es que quiere proteger la salud de la mujer.

Si eso es cierto, Senadora, proponga una ley para que todas las mujeres tengan un Papanicolaou y una mamografía gratis al año. Proponga una ley para quitarle el IVU a todos los productos de higiene femenina. Haga posible que los anticonceptivos para hombres y mujeres estén disponibles sin receta médica a precios accesibles. Consiga más herramientas para la policía proteger mujeres víctimas de violencia doméstica, o persecución; ayude a revisar como el sistema judicial trabaja estos casos. Haga que la educación sexual con énfasis en la salud esté disponible en todas las escuelas. Usted tiene ese poder; su partido domina las dos casas y la gobernación. Si realmente quieren “proteger” las mujeres, adelante.

Pero claro que no lo hará porque su proyecto está dirigido a complacer los supremacistas cristianos metidos en su oficina. No son pro-vida. Son pro-control.

Si fueran pro-vida lucharían para lograr mejor calidad de vidas de los niños en Puerto Rico; mejores condiciones para los madres y padres, mayor acceso a la educación y salud, más beneficios de maternidad y paternidad. No engañan a nadie. Solo predican hacia sus propios coros.

Restringir o prohibir el aborto no detiene el aborto. Solo hace que las niñas de dinero viajen para abortar mientras las pobres arriesguen su vida o mueran

Si los hombres no podemos ni debemos hablar sobre el aborto, ¿Qué podemos hacer?

Solidarios.

Si me conoces personalmente, y necesitas hacerte un aborto, pero no consigues quién te lleve y te traiga, yo te doy pon. Sin juicios ni recriminaciones, solo apoyo. La única condición es que no comentes sobre el reguero en mi carro. Si necesitas información sobre anticonceptivos, te la consigo. Pondré en mis cuentas sociales que apoyo tu derecho a decidir.

Edúquenos. ¿Qué otras cosas podemos hacer para ser solidarios?

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